Toronto es una ciudad moderna y cosmopolita, en sus calles se puede ver gente de todas partes; mas esta semana de seguro que hay por lo menos una persona de cada país con motivo de la Conferencia Mundial de SIDA que se lleva a cabo en el Metro Toronto Convention Center, cerca de 24 mil personas atienden este año esta conferencia, los salones se muestran abarrotados y algunos han sobrepasado su capacidad, pero afortunadamente la tecnología nos facilita el no perder ningun detalle de las conferencias, hay de todo aqui, ciencias básicas, prevención, patogénesis, terapia antiretrovoral, vacunas, inmunología, derechos humanos, estigma y muchos mas temas de gran interés.
El nuevo normal es usar una mascarilla o un respirador, la epidemia de COVID-19 nos cambió la forma de ir a trabajar, y la forma de trabajar más aún para aquellos que proveen servicios de salud. No estamos en Arabia, estamos en Perú, pero para protegerse nuestra tecnóloga (Foto Izq. cortesía de Lic. TM. Cecilia Rojas) usa un pañuelo sobre la cabeza, anteojos y un respirador sofisticado al salir de su casa. Ella como muchos otros tecnólogos, se exponen cada día atendiendo personas infectadas con SARS-CoV-2, y muchas que podrían también estarlo. Toman muestras, no solo para COVID-19, también para muchos otros exámenes, sobretodo en pacientes hospitalizados graves. Muchos de estos pacientes tienen varias muestras al día para monitorear su estado clínico, eso incrementa la exposición de nuestros tecnólogos. Además, luego en el laboratorio deben procesar esas muestras, centrifugándolas, observándolas al microscopio y hasta cultivándolas. Todos estos procesos implican varios riesgos, pero...