
Nació un 24 de febrero del 2005, eran las 10:40 pm en el Hospital Marino Molina en Comas, fué un parto normal, tan normal como la vida misma. Fué un día muy caluroso aquel, María Cecilia su madre había ingresado a la emergencia del hospital aquella madrugada, 2:00 am luego de haber estado celebrando una fiesta de lluvia de regalos para el que llegaba, nadie esperaba que la fiesta termine en parto, al menos esa noche no, pero una vez los invitados marcharon, la fuente desbordó y luego entre correrías ella y nuestro hijo en barriga estaban ya en la sala de maternidad.
Mikel Alonso nació un jueves por la noche, que alegría primer nieto en la casa de los León y tercero en la casa de los Flores, pero una gran felicidad para sus padres, hasta hoy me parece increíble que tan pequeños seres, llenos de dulzura, alegría permanente e inocencia innata se conviertan en personas tan importantes en nuestras vidas, tanto que cualquier prioridad pasa a ser secundaria en la vida de un padre.
Hoy Mikel Alonso tiene casi dos años, cada vez crece más y aprende más, ya está hablando sus primeras palabras, creo que está aprendiendo rápido, le gusta ver su video de música clásica mezclada con animalillos del zoológico; gusta de su pequeño triciclo también, pero creo que lo que mas le entretiene es patear la pelota, de las tres la menos vistosa, esa es la que le gusta y es que los niños tienen algo que los adultos a veces perdemos, ese enfoque en la esencia mas que en la apariencia, pelota redonda y útil, es lo que le interesa y me alegra eso, que tenga esa virtud aún de ver las cosas por su esencia, no sé cuando la perderá, me gustaría que fuera nunca, ojala que el mundo como está ahora, la gente como es ahora no le generen ese cambio.
Que hará Mikel mañana, quien sabe, no lo sé yo y menos me lo imagino, él tampoco lo sabe y ni se lo espera, sólo sé que sea lo que decida hacer sea bueno para él, nosotros estaremos allí para guíar y encausar, apoyar y defender, corregir y premiar.