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Mostrando las entradas de agosto 14, 2016

La enseñanza universitaria sufre de "bipolaridad", y hay casos graves de "multipolaridad"

El profesor Octavio se siente cansado, es martes y su lunes fue pesado en demasía, trabajó mucho, más allá de sus seis horas obligatorias por ley. Su lunes empezó temprano, llegó a Lima a las 5 de la mañana, venía de la sierra central, había estado dictando clases sábado y domingo todo el día, pues es profesor allá, y va cada fin de semana, viaja viernes por la noche y regresa el domingo, también por la noche. Su lunes fue más de lo mismo, llegó a casa 5.30am, se duchó luego de saludar a su esposa y ver a sus hijos aún dormir, luego salió corriendo al hospital, renegó un poco --Más de lo mismo en realidad-- del tráfico de Lima, llegó a su hospital y empezó su mañana tomando muestras en el laboratorio, luego procesó muestras y para la una de la tarde había terminado su turno. Luego salió corriendo nuevamente, compró su menú al paso y manejó raudamente desde el centro de Lima, en hora punta, hasta la avenida Grau, dónde tenía que dictar clase a las dos de la tarde. Octavio dictó hasta la

La amistad de ayer

Quien no recuerda sus días de infancia,  cuando la calle era el patio de juegos. La norma de los 70 y 80 era jugar con piedras,  ya sea al fútbol con dos rocas de arco o al trompo con una piedra para quitar la punta del clavo; y las canicas, compañeras inseparables de bolsillo. Época bonita y emocionante. Como no recordar los yankes, si esas sandalias inacabables hechas de llantas viejas,  con esas hasta se iba al colegio y la vergüenza era un sentimiento ajeno que nisiquiera estaba ligado a como te veías; mi madre solía decir: vergüenza se tiene para robar! Sabia frase que hoy en día ni se espera. Recuerdo a mis amigos,  la manchita con la que crecí. Jugando a la pelota con Denis,  Juaneco, Hugo,  Juan,  Freddy,  Kuke, Milton, Roberto. Y las chicas aquellas con las que alguna vez sonreímos con picardía pensando en lo atractivas que se iban volviendo,  Rosario. Nena, y Flor;  también las hermanas Yolanda,  si buenos tiempos. Esos amigos se quedaron en el camino,  unos crecieron y aho