Ir al contenido principal

Recuerdos de Facultad

Este año la Facultad de Medicina de San Fernando cumple 150 años de haber sido creada. Es una larga y digna historia médica, pero que también debiera incorporar como parte de su historia la formación no sólo de médicos si no también de Enfermeras, Obstetrices, Nutricionistas y Tecnólogos Médicos, estos profesionales son también parte de la vida de San Fernando, a pesar de ser carreras con menos tiempo de creación en algunos casos, pero que son áreas de profundo desarrollo en el camino labrado por esta nuestra Facultad.
Es de notar el gran desempeño alcanzado por muchos Tecnólogos egresados de San Fernando, muchos de ellos no sólo se desempeñan en áreas críticas del desarrollo asistencial, si no también en áreas de investigación prioritarias para el desarrollo de la Ciencia y Tecnología de nuestro País. Estos colaboran además con la formación de cientos de médicos residentes, alumnos de Tecnología Médica, practicantes y otros profesionales, que aprenden de nuestra técnica y experiencia a fin de volcarla en sus especialidades sin llegar a reemplazar nuestras funciones, a pesar de que muchas veces estas se sobrepongan.
Aún quedan los recuerdos de aquellos años de estudios en el viejo local de la Avenida Grau, sitio tan contaminado y rodeado de bullicio y hospitales, con un jardin sin veredas aún, pero histórico, sitio de juergas y encuentros furtivos, sitio de estudio y aíslamiento; si querías estar solo, la mejor opción era el botánico y si querías tocar tu guitarra acompañado de un vino, también lo era. Y porsupuesto la canchita, tan emblemática como los cientos de equipos y jugadores, rodeados de verbenas y comidas compartidas, tan cercanos a las aulas, algunas viejas y otras modernas, pero lugares de enseñanza grata, con buenos y malos profesores, pero de todos se aprende algo y a todos se les enseña también. Y no podría olvidarme del Tecnólogo Relajado con sus editoriales picantes y candentes, a veces tan reales y críticos, que cada periodo de exámenes arremetían contra autoridades de la facultad, de los estudiantes y hasta contra los compañeros y muchas veces aparecía con editoriales que realzaban el trabajo de los alumnos, un tecnólogo relajado que aún vive. Una promoción con muchos recuerdos y pocos integrantes, muy desmembrada pero significativa, que aún deja huella por donde avanza, buenos muchachos y muchachas que ahora son grandes profesionales en sus áreas de desarrollo. Hoy recuerdo a todas esas personas, a mis amigos y compañeros, a todos aquellos que alguna vez fueron parte del pueblo que merodeaba en San Fernando.

Entradas más populares de este blog

Razones para tener (o no tener) una Unidad Orgánica de Tecnología Médica en los hospitales del Perú

La ley 28456 establece un derecho importante de los tecnólogos médicos, ocupar cargos correspondientes a la estructura orgánica de la carrera de Tecnología Médica, la misma norma establece la presencia de la Unidad Orgánica de Tecnología Médica. Entonces hablamos de un derecho, establecido en una ley, más allá de su pertinencia, la que voy a intentar discutir más adelante, debe cumplirse. Pero, en el Perú, nos hemos mal acostumbrado a tener leyes y leyes, y no cumplirlas, sean estas pertinentes o no. La ley de trabajo del Tecnólogo Médico es pertinente en demasía, debe cumplirse y no debe verse como una norma que afecta a otras carreras de salud, por el contrario, protege a los tecnólogos médicos de sufrir de intrusismo y también, los protege de ser intrusos en otras carreras. La pertinencia de una Unidad Orgánica de Tecnología Médica radica en los beneficios para el sistema de salud. Primero, todas las profesiones de salud tienen una Unidad Orgánica, este por supuesto, es el argumento

Son de lo mejor, son mujeres y están allí para cuidarnos

El nuevo normal es usar una mascarilla o un respirador, la epidemia de COVID-19 nos cambió la forma de ir a trabajar, y la forma de trabajar más aún para aquellos que proveen servicios de salud. No estamos en Arabia, estamos en Perú, pero para protegerse nuestra tecnóloga (Foto Izq. cortesía de Lic. TM. Cecilia Rojas) usa un pañuelo sobre la cabeza, anteojos y un respirador sofisticado al salir de su casa. Ella como muchos otros tecnólogos, se exponen cada día atendiendo personas infectadas con SARS-CoV-2, y muchas que podrían también estarlo. Toman muestras, no solo para COVID-19, también para muchos otros exámenes, sobretodo en pacientes hospitalizados graves. Muchos de estos pacientes tienen varias muestras al día para monitorear su estado clínico, eso incrementa la exposición de nuestros tecnólogos. Además, luego en el laboratorio deben procesar esas muestras, centrifugándolas, observándolas al microscopio y hasta cultivándolas. Todos estos procesos implican varios riesgos, pero

¿Por qué este virus, el SARS-CoV-2 causa una infección más severa en adultos?

La epidemia de COVID-19 llegó con mucha fuerza y a muchos países nos cogió desprevenidos, hasta ahora ha causado la muerte de cientos de miles de personas en todo el mundo pero la tasa de mortalidad es baja, los casos leves y asintomáticos son los más. La mayor parte de personas con casos severos, sobretodo los que han llegado a las Unidades de Cuidados Intensivos, aquellos con necesidad de provisión de cuidado crítico y oxigeno han sido adultos mayores y adultos. Las vacunas desarrolladas contra la COVID-19 han mostrado hasta ahora buena eficacia en ensayos clínicos y aparentemente la efectividad en las comunidades dónde se ha aplicado, es adecuada y facilitado el retorno a la llamada normalidad de varias actividades, inclusive, retorno a las escuelas en varios países. Pero, ¿por qué esta infección -inclusive la vacuna misma- ha afectado más a la población adulta y adulta mayor? detallemos un poco primero cómo es que funciona nuestro sistema inmunológico y cómo es qué funcionan las va