En estos dias los medios de comunicación y las redes sociales han inundado el espacio social con información, denuncias y demás, todo en referencia al escándalo asociado a la preventa de servicios de salud pública por parte de un asesor presidencial. Hay pruebas indiscutibles de qué, este asesor estaba negociando los servicios del Estado para beneficiar sus bolsillos y los de sus conocidos; esto, como muchos de los que hemos pasado por los servicios brindados por el estado, ya sea como usuarios y/o como trabajadores sabemos, no es cosa de este gobierno, ni es circunstancia novedosa, esto es el pan de cada día; a todo esto solemos llamarle burocracia a veces, y equivocadamente, por supuesto. Esta falta de transparencia, como se le llama internacionalmente, no es otra cosa que un asalto, un robo, una vil sustracción de los recursos del Estado, qué ojo, no son del estado, si no de todos los contribuyentes del estado, es decir, es dinero de todos nosotros, los ciudadanos que pagamos impuestos para que el estado nos provea de salud, educación, seguridad, entre otros servicios a los que nos da derecho cada centavo que aportamos al erario.
Pero porqué esto no debería ser un escándalo?; pues porque esto es pan de cada día en todas partes, y el problema no son sólo los peces gordos, como este asesor, que roban en una y se hacen de mucho dinero, si no también de peces flacos, esos que no se hacen millonarios, pero que igual le roban al Estado; es decir dejan sin servicios a los que tenemos derecho, no sólo por ley, si no por aportar nuestro dinero, a servicios de salud pública y demás servicios del Estado, con la calidad adecuada.
Por ejemplo, imaginemos un gran hospital público, cualesquiera que sea; allí los ciudadanos pagamos por el servicio, ya sea con impuestos, para el caso de los hospitales nacionales y centros de salud que dependen del Ministerio de Salud y/o con aportes de nuestro sueldo, dados por el empleador, para el caso de EsSalud, y/o nuevamente nuestros impuestos cuando de hospitales militares y policiales hablamos. Saquemos cálculos gruesos en un hospital de 500 camas, tenemos más o menos más de mil enfermeras, más de mil médicos y miles otros profesionales entre tecnólogos, farmacéuticos, biólogos y técnicos en dferentes especialidades, incluyendo el personal administrativo. Digamos 5 mil personas empleadas en un establecimiento grande. Ahora imaginemos que cada uno de ellos, el personal de atención de salud, toman cada uno una jeringa y dicen, bueno me llevaré una jeringa por sí acaso la necesite en casa, o la llevaré porque tengo que colocarme una inyección, sacaron su cuenta, 5 mil jeringas fueron "robadas" sin que ninguno de ellos considerará siquiera que a pesar de sus diez centimos de costo, las estaban robando. Bueno, 5 mil jeringas son cinco mil soles, pero el estado probablemente pagó coima, bueno hizo una compra poco transparente a través de un funcionario corrupto, entonces quizá está perdiendo más plata, pero si lo multiplicamos por todos los hospitales y centros de salud que hay en el país, y sumamos y restamos, oh mama mía, si, es muchísimo dinero que se pierde por robarse una jeringa, ahora a esa jeringa agreguenle algodón, agujas, ampollas, ligaduras, tubos, alcohol, pruebas de laboratorio, radiografías, tomografías, exámenes especiales, consultas de favor y hasta tiempo, sí, sumémos tiempo, digamos qué cada uno de esos 5 mil trabajadores usan parte de su tiempo pagado para trabajar, también para digamos, desayunar, si desayunar, media hora cada uno cada día, eso nos dá, más o menos 2500 hooras/hombre perdidas cada día, perdón, dije perdidas, no, robadas, porque se les paga por esa hora no trabajada, y algunos incluso usan esa media hora para ir a atender al consultorio del frente, si esa oficina que rentan frente al hospital para referirse a sus pacientes diciéndoles, mejor vaya aquí al frente, porque en este hospital no hay ni jeringas, no nos compran, el Estado no nos manda.
Regresemos ahora con el pez gordo, sí el asesor o quien sea que roba en una y roba rico, como ellos y ellas suelen decir. ese pez gordo nunca ha robado solo, siempre ha tenido y tiene cómplices, pero quienes son estas personas que ayudan al pez gordo a engordar más, pues nada más y nada menos que todos los demas a su alrededor, si, todos a su alrededor, Sus secretarias, asistentes, colegas, y demás personas que saben que roba, pero que reciben su "propinita", su "regalito" y con eso venden su silencio, venden su complicidad, es decir, se entregan de cuerpo, alma y corazón a la corrupción. Conozco muchos jefes de laboratorio, jefes de departamento que viajan a cursos y congresos, incluso algunos financiados incluyendo sus familias, si financiados, como regalo por comprar equipos y reactivos, si, tal y como lo leen, destinos impresionantes y vacaciones relajadísimas, todo pagado por las empresas que les venden al Estado, claro, ellos dicen no es corrupción, no, no lo es, eso se conoce como falta de transparencia, como si no se dieran cuenta que el precio de su viaje, de su vacación, no estuviera incluido en el costo de equipos y reactivos, es decir, la empresa lo regala, pero el Estado buenagente, lo paga, y por supuesto, ya dejamos sentado en frases anteriores qué cuando el Estado paga, nuestros impuestos lo financian. dense cuenta que en esta ronda corrupta hay un actor no mencionado mucho en los medios de comunicación, todos nos quejamos y acusamos a los servidores públicos de ser corruptos, pero quien los corrompe, o quienes se dejan corromper por ellos (también corruptos al fin), si, son las empresas privadas, en el momento en que estas ofrecen o aceptan prevendas, en ese momento son parte de la semilla y/o del tronco de la corrupción, y esto para ser redundante, es un círculo vicioso de nunca acabar.
En Perú es fácil robar, demasiado, sin violencia inclusive, es fácil ir y compar un CD pirata de cualquier película o cantante, si, eso es robo, le estás robando los derechos a sus autores; lo mismo sucede al comprar ropa falsificada (otro delito) estás robándole a la marca también, y así podríamos dar mil ejemplos. esta costumbre, obvia se ha convertido en práctica habitual. Mucha gente se ha preguntado últimamente si esto podrá acabarse algun día. Si, se puede acabar, por supuesto. Como?, educación, todo rádica en la educación desde nuestra niñez hasta siempre, sólo los países educados, las sociedades educadas pueden combatir con mayor éxito la corrupción, si no averiguen dónde están las sociedades menos corruptas, están en países más educados, y eso no significa más universidades o más horas de colegio, hablamos de educación social, educación para la convivencia mutua, educación en deberes y también en derechos. este tema da para largo, felices los peces gordos, estos fugarán o si caen, tendrán cárceles doradas, eso es casi un hecho. Y felices los peces flacos, esos son felices tabién porque sienten que no hacen mal. Los infelices son los que pagan impuestos y no reciben a cambio más que mal trato de parte de quienes con sus impuestos deberían trabajar felices sirviendo.